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Arquitectos: NOMADE architects
- Área: 1890 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Mathieu Ducros Bd
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Centro Social George Brassens, se encuentra en la meseta-Rouher en Creil y es conocido como un lugar inevitable, una muralla contra las dificultades y una presencia fundamental en esta sensible región. El nuevo centro social de la ciudad de Creil fue inaugurado a finales de abril de 2015, ejecutado por NOMADE arquitectos, como una piedra angular fundamental del proyecto de renovación urbana que da un nuevo aspecto a la meseta Roucher.
El reto de la renovación urbana
Durante la última década, la Ciudad de Creil en colaboración la Agencia Nacional Metropolitana y de Renovación Urbana de Creil, lideran la estrategia de renovación urbana de la región Rouher. Esta zona, situada en la orilla izquierda del Oise, en la meseta que domina la ciudad, es por lo general un gran conjunto de construcciones de la década de 1960, compuestas de barras y torres ortogonales.
Es en estas circunstancias que, en 2010, la ciudad de Creil ha iniciado dos contratos de demolición - además de la reconstrucción del centro comercial Dunant y el Centro Social George Brassens. El objetivo es fomentar la renovación y diversificación de las funciones de vivienda y urbanas, con el fin de abrir el área del barrio a sus residentes. El refuerzo de la atracción comercial, la recalificación de los desarrollos urbanos y de paisaje, así como la modernización del centro social deben generar una nueva centralidad estructurando toda la región.
Un proyecto bi-céfalo contextualizado
NOMADE Arquitectos ha desarrollado un proyecto contextualizado como un interfaz urbano abierto a su entorno que está conectado de forma activa al espacio público re-calificado de una explanada fraternal. El enfoque de la compañía se centra en el respeto a la voluntad del propietario del proyecto, así como en conocer y llevar a cabo un nuevo centro neurálgico desde todo el proyecto, como un lugar para reunirse, participando para apreciar la imagen de la zona de barrio. El proyecto se compone de dos edificios, separados por un servicio de pasarela: esta organización no sólo promueve una clara identificación de dos infraestructuras, sino que también define una operación autónoma para cada uno de ellos.
El centro comercial ocupa una posición central como una cabeza de puente que re-califica la explanada. El centro social junto con el centro comercial, animan el bulevar. Los dos edificios se expanden en forma de "L", de manera de consolidar una fachada urbana de la pasarela, mediante la liberación de un bloque, más íntimo para un uso privado. Su intercambio arquitectónico genera una unidad urbana y una consistencia que refuerza su legibilidad. Su plantilla "R + 1" garantiza su inserción armónica en un enfoque urbano por medio de la transición entre barras y pequeños colectivos.
Una arquitectura ligera, pacífica y cualitativa
La parte arquitectónica desarrollada por NOMADE Arquitectos se basa en dos edificios espejo, bajos y muy abiertos, liberando un sentimiento de serenidad y ofreciendo una calidad que define la nueva identidad del barrio. Los colores y materiales, tales como la estructura de hormigón y fachadas blancas barnizadas y estampadas, también han sido seleccionados por su calidad y durabilidad. Esta calidad ha sido identificada mediante el uso de una plantilla de revestimiento de madera de color blanco lechoso. El objetivo arquitectónico principal de los dos edificios se ha coordinado para salvar la coherencia de todo el proyecto. Los dos edificios están abiertos generosamente a su entorno.
El centro social se caracteriza por su transparencia, generada a traves del uso de muros cortina y carpintería de aluminio anodizado. Alternando vidrio esmerilado y transparencia se genera el ritmo de la fachada. En la carpintería destacan los paneles de aluminio perforado, con propiedades tanto estéticas como técnicas: reemplazado las barreras de protección para ventilar los locales y aligerado la fachada, creando un conjunto de reflejos metálicos. Variando la distancia y el movimiento, de acuerdo con el tiempo, la delicada perforación de los paneles de aluminio fortalece la percepción arquitectónica. El aluminio corona el edificio con brillo y ligereza. En la entrada destaca un muro cortina de altura completa.
Respecto al centro comercial, se distingue por la implementación de los paneles deslizantes en las barras de fachada. Este es también un sistema estético y técnico combinado que ofrece una alternativa cuantitativa, perpetua y funcional, para el uso de las persianas comerciales enrollables .
En coherencia con el guión arquitectónico del centro social, una pared cortina se cuelga de la fachada desde el interior, en una conversación dinámica con el centro social. La línea de la fachada, ligeramente distorsionada en la pasarela crea un lugar público que opera como un atractivo urbano.